domingo, 16 de noviembre de 2014

Tecnología si, dolor no


Adoptar una postura correcta resulta fundamental al utilizar cualquier tipo de aparato y las tablets no son una excepción. No obstante, a diferencia de otros dispositivos, solemos usarla sujetándola con ambas manos y dejando los pulgares para interactuar con la pantalla o bien apoyándola en la mesa.

De este modo, para poder ver la pantalla tenemos que flexionar el cuello hacia delante durante un tiempo prolongado e, incluso acompañamos el movimiento con el resto del cuerpo, aumentando así la cifosis dorsal (curvatura excesiva de la parte alta de la espalda).

En ocasiones, además, nos sentamos al borde de la silla o con las piernas cruzadas.

Esto ocurre porque mientras utilizamos los dispositivos tecnológicos adoptamos una postura incorrecta de forma constante y repetitiva, lo que puede provocar que nuestra columna vertebral pierda la alineación natural y se origine dolor de cabeza, fatiga, tensión muscular en los hombros, cervicalgias y dorsalgias, entre otros trastornos.

Además, el uso inadecuado de una tablet puede causar problemas en las muñecas, como el síndrome del túnel carpiano, tendinitis en el flexor de los dedos o tendinitis en el pulgar, debido a la acción de pulsar la pantalla para escribir o jugar utilizando solo los pulgares.

En este sentido,  para un uso prolongado es recomendable colocar la pantalla a la altura de los ojos.

Si vamos a pasar mucho tiempo utilizándola, es mejor colocar la tablet en un soporte a una altura que nos permita mirar en horizontal e interactuar con ella a través de un teclado.

Si se trata de juegos deportivos o que impliquen mover prolongadamente la tablet con nuestros brazos, es aconsejable calentar y estirar antes y después del ejercicio, así como elegir el juego en función de las edades y del estado físico de los jugadores.

Las nuevas tecnologías, nos permiten leer un libro allá donde estemos, contestar a un correo electrónico o conectarnos por videoconferencia con un familiar que esté lejos, pero no debemos dejarnos llevar solo por la comodidad. Hay que hacer un uso razonable de la tecnología y ser responsables con nuestra salud.